La vida pasa fuera de casa (y dando unos cuantos pasos)

Hace aproximadamente mucho tiempo me di cuenta de algo:

Soy una sedentaria.

O, al menos, lo era.

Una aplicación instalada por defecto en mi móvil encargada de contabilizar el número de pasos que hago al día se encargó de brindarme los datos que me llevaron a esa poco glamurosa conclusión.

10000 pasos son los recomendados, parece ser, por la mayor parte de profesionales de la salud que habitan y divulgan, sin tener que buscar mucho, en nuestro planeta tierra.

Cuál fue mi sorpresa cuando, un buen día, convencida de que una crossfitera como yo, que levantaba 100 kilos en peso muerto, era un organismo activo 24/7 y de movimientos siderales, no llegaba, apenas, a 5000 pasos por jornada.

MMMMMmmmmmm Qué?

No solo eso. Sino que fuentes fiables (véase dichos humanos duchos en las artes y las ciencias, autores, incluso, de papers científicos), se atrevían a decir que, por mucho que te ejercitaras regularmente de forma consciente y voluntaria en un templo del culto al cuerpo como es un gimnasio, querid@: si no llegas, al menos, a 10000 pasos, eres un putito sedentario.

Como te lo estoy contando, y, si te acabas de enterar, pues lo siento mucho pero alguien tenía que decírtelo.

Experimentos espacio-tiempo

El caso es que, junto al tema de los pasos y mi gran desilusión por estar en un club al que sentía que no pertenecía, me preocupaba mucho el hecho de sentir que «no hacía nada con mi día».

Nunca me sentía satisfecha y sentía que me faltaba tiempo para todo lo que quería hacer.

Hasta que me di cuenta de algo que cambió por completo mi forma de enfocar el día.

Me di cuenta de que cada vez que salgo de casa el tiempo parece crecer de forma exponencial.

A lo ancho.

Ejemplo:

Si escucho un podcast en casa está bien, pero siento que no he hecho nada con mi vida.

Si escucho un podcast mientras doy un paseo, wow, qué rato más bien aprovechado.

Si me paso un rato leyendo en el sofá pues guay.

Si me paso un rato fuera de casa, leo 4 carteles y saludo a 4 viandantes conocidos o no, wow, qué maravilla de día, somos amor y el mundo es un lugar maravilloso que habitar.

Hacer cosas outside, salir de casa, llena mi tiempo de un peso y un significado que de otro modo no tendría.

Y lo sé porque he pasado mucho tiempo dentro. Más del que me hubiese gustado y engañandome a mi misma pensando que era lo que en realidad necesitaba.

Que lo que me recargaba era precisamente lo que drenaba mi energía.

Quedarme dentro de casa y salir, a veces, solo para ir del coche a la puerta del trabajo, me tenía atada a una enfermedad que no sabía que estaba padeciendo.

Esto, unido al firme compromiso que tengo con mi salud, hizo que tomase cartas en el asunto:

  • Cada día iría y volvería al trabajo andando (25 minutos de caminata que por lo que sea, ni me planteaba asumir)
  • Intentaría en la medida de lo posible llegar cada día a esos 10000 pasos, o, como mínimo a 8000
  • Trataría de pasar más tiempo fuera, y usaría las caminatas en lugar del jodido dumpscrolling sofatero en el que no soporto verme envuelta

Vine buscando cobre y encontré oro

Señoras y señores, pocas veces en mi vida he implementado algo y he visto resultados en tan poco tiempo.

Como digo, no es solo que note que mi tiempo se ha dilatado, sino que es paradójico que, moviendome mucho más que antes, me noto mucho más enérgica.

Volver a casa andando cuando salgo de noche se ha convertido en un muy buen momento del día, lejos de ser el tedio que me dije en algún momento que sería.

Y estoy contenta. Muy contenta

Me siento alineada con lo que soy y con lo que quiero en la vida.

Me siento en sintonía con el universo, una ciudadana del mundo.

En fin, que 10434 me he hecho hoy. Esos últimos 434 pa mis coleguitas los crossfiteros sedentarios.

Un besico y 10000 pares de abrazos<3

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